Psicología aplicada a la ficción: Cómo utilizar la ironía y el sarcasmo en la escritura

irony-funny-pictures-40¿Cómo se puede escribir la ironía y el sarcasmo sin indicar que lo son, y conseguir que el lector se entere? ¿Qué hay que hacer para que las ironías y sarcasmos sean claras para el lector siendo sutiles? ¿Cómo evitar tener que poner un rótulo de neón que diga “sarcasmo” para que el lector se entere?

Este año, en psicología del lenguaje (por cierto, ayer día 20 de mayo fue el día del Psicólogo, ni sabía que eso existía), he tenido que hacer una exposición grupal, y decidí, porque me gustaba, el lenguaje figurado. Viendo que tres grupos íbamos a hacer el trabajo del mismo tema, mi grupo decidió especializarse en una de las formas de lenguaje figurado más curiosas: La ironía. Investigamos, trabajamos y tal, y hoy he conseguido exponer, con una compañera con lesiones cerebrales leves y otra que ha sufrido un bajón en medio de la exposición por el estrés y los nervios. Y no lo hemos hecho tan mal. Trabajar en grupo es guay y se aprende mucho, por mucho que a todos nos joda quedar.

fanart_760px_713La típica estructura del trabajo en grupo. Así ha ido mi exposición más o menos.

De lo primero que me di cuenta haciendo este trabajo es que todos estos años creía saber lo que significaba “ironía” y “sarcasmo”. Preparaos, porque a muchos os estallará la cabeza.

Ironía: Es una forma de lenguaje figurado mediante la cual el hablante pretende dar a entender algo diferente (normalmente lo contrario) a lo que implican sus palabras textuales.

Sarcasmo: Una forma de ironía especialmente cruel, con intenciones hirientes.

A los que ya lo supierais esto no os parecerá gran cosa, pero os sorprenderíais de la gran cantidad de gente que no sabe realmente lo que significan, que tienen conceptos vagos y abstractos que no entienden realmente, o que sencillamente confunden. En mi caso particular, siempre creí que el sarcasmo era lo que pone en esta definición de ironía. Y la ironía era algo raro (creo que lo que se entiende por ironía poética, una situación fruto de la casualidad que parece una broma del universo, y no tengo ni idea de si esto es correcto o no). El caso es que estas son las definiciones que por lo general aceptan los entendidos del tema (Alonso-Quecuty y Castillo, 1991 y 1993, pondré referencias al final del artículo), así que estas son las que no solo utilizaré a lo largo de este post, si no a lo largo del resto de mi vida.

De lo segundo que me di cuenta fue que había muy poco sobre el uso de la ironía y el sarcasmo por escrito. Mucha gente no es capaz de separar estos dos conceptos de toda la parafernalia gestual y prosódica (el tonito que todos conocemos) que suele acompañarlos. Como escritor me sentí un poco decepcionado de lo poco tocado que estaba el tema del uso correcto de la ironía en la literatura. Sí, hay un mundo más allá del “—dijo sarcásticamente”, y yo os lo voy a mostrar.

Os voy a resumir un poco lo que viene siendo el paradigma del estudio de la ironía, porque a nadie le interesa (al que le interese, referencias abajo), y después nos metemos a lo que interesa, las claves para convertirte en el señor de la ironía.

Pues bien, estaban unos autores que crearon el modelo clásico, que decía que la ironía se descifraba por una secuencia de pasos y que a más información tuviéramos más tardaríamos en detectarla y comprenderla. Llegaron Alonso y Castillo como las cracks que son y con un experimento la hostia de complejo (diseño factorial 2x3x3x3x3, así de tranquis) le dieron a la teoría clásica un buen corte de mangas, poniendo en el trono de la ironía a su nueva y mejorada Teoría Aditiva, fusión de las teorías de referencia y de intención.

maxresdefaultFUUUUUU-SIÓN… ¡YA!

1256312248468_fQuise meter esto en la exposición. La idea no cuajó. Nunca sabré por qué. 

Lo que dice la teoría aditiva es que lo importante para detectar y comprender la ironía son tanto el contexto situacional (lo que ha pasado) como el contexto interpersonal (cómo son el autor y la víctima de la ironía y su relación). Y desde entonces mira a los psicolingüistas desde lo alto del trono de hierro, desafiando a las teorías que osan enfrentarse a ella.

HBO-Iron-ThroneEn mi defensa diré que es tarde. Muy tarde. Deberían restringirme los procesadores de imágenes a partir de las 10 y media. 

Ya metidos en contexto, os voy a contar el porqué de este artículo. Arriba, aparte de embarcaciones y meretrices, os prometía las claves para escribir ironías y sarcasmos sutiles pero lo bastante claros para que hasta el más perdido de los lectores pueda entenderlos sin problema. ¿Cuáles son esas claves, os preguntáis? Aquí os las traigo, en toda su gloria.

Claves que facilitan la detección y comprensión de la ironía

  1. La incongruencia entre la situación y la expresión literal:

Esta es un poco de cajón, por la definición de la ironía y por lógica pura y dura. Es tan sencillo como que si yo digo “Hace un día muy soleado” y realmente hace un día soleado, no estoy haciendo ningún tipo de ironía. O si la estás haciendo, el que la recibe no la entiende y piensa que eres un poco idiota.

La ironía poética se sustenta en esto, más o menos. Nuestro querido Juan de las nieves elige un desvío para no encontrarse con Ingritt, y se la encuentra casualmente por ese camino. ¡Oh, la ironía! ¡El universo mueve los hilos, cruel bromista bribonzuelo!

811No he podido resistirme a meterlo. Espero que ningún mexicano se ofenda por esto. 

En esencia, escribir una ironía fácil de descifrar es así de sencillo:

«Fernando abre la puerta de su casa y ve que está lloviendo fuera.

—Vaya día más luminoso. “

Y no necesitas nada más.

  1. Información contextual:

Con esto me refiero tanto al contexto situacional como al interpersonal. Ambos son importantes, y nuestra ilustrísima teoría Aditiva nos enseña que tanto uno como otro facilitan la detección y comprensión de la ironía, y que sus efectos se suman utilizados en conjunto. En resumen, la situación o contexto en que sucede la ironía es muy importante.

El contexto situacional es eso, la situación en la que se ha dado la ironía. Se solapa un poco con el primer punto, y es principalmente eso. Fernando felicita a Juan de las nieves por su buen desempeño en el tiro con arco cuando no ha conseguido darle a la diana ni una vez. Otro ejemplo podría ser el de un anciano al que casi le atropellan unos jóvenes por la calle, y al llegar a su destino le dicen “La juventud cada día es más respetuosa con la tercera edad”, y él responde “Sí, muy respetuosa”. Ojo, que en este último ejemplo la ironía es la respuesta del anciano, no lo que le dicen al llegar.

El contexto interpersonal es el conocimiento que tiene el lector del autor y la víctima de la ironía, además de la relación entre ellos. Imaginemos a Jack Sparrow y a una mujer muy hermosa. Jack dice “Lo que más me gusta de ti es tu inteligencia”. Conocemos a Jack Sparrow, y lo primero que debería pasársenos por la cabeza es que está siendo irónico, todos sabemos que lo que más le gusta es que está buenorra.

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Pues eso, pasó lo que tenía que pasar. 

Pongamos otro ejemplo, esta vez sobre la información de la víctima de la ironía. Juan de las nieves tira con arco y falla todas las flechas. Ingritt dice que “es muy bueno con el arco”. Si Juan de las nieves es malo con el arco siempre, Ingritt está siendo irónica, pero si realmente es bueno con el arco, Ingritt puede estar expresando su sorpresa ante la inexplicable mala puntería de Juan de las nieves, y no sería una ironía.

jon-snow-arrows-9Ingritt sabe que hay pocas cosas más dolorosas que el sarcasmo. Una flecha entre pecho y espalda, por ejemplo. (Perdón por el spoiler, pero es de la temporada 3 y es una de las escenas más famosas. Y sí, sé que se escribe Ygritte). 

Por último, la información sobre la relación entre el autor y la víctima de la ironía es también importante. “Confío plenamente en ti” es ironía cuando los dos son enemigos, y no lo es cuando son amigos.

Con un poco de información sobre la situación y los personajes se puede montar una ironía muy simple y elegante.

  1. Asimetría del engaño

Oh, este es un concepto que me encanta. Cuando hablamos, se supone que seguimos ciertas normas (llamadas máximas de Grice) que no deberíamos incumplir. Las dos que nos interesan son las siguientes: “No digas nada que sea falso” (máxima de verdad) y “Ten tacto” (esta no es de Grice, pertenece a las máximas de cortesía de Leech, añadidas normalmente a las de Grice).

La ironía, por definición, incumple la máxima de verdad, ya que decimos algo que literalmente no es verdad. Dentro de la ironía hay dos formas fácilmente diferenciables: Los elogios irónicos (elogiar a alguien cuando ha fracasado) y las críticas irónicas (criticar a alguien cuando ha tenido éxito). La cuestión es que los elogios irónicos, según los experimentos de ironía, son muy fácilmente reconocibles y comprensibles, al contrario que pasa con las críticas irónicas. La explicación que dan las autoras (Alonso-Quecuty y Castillo, otra vez) es que las críticas irónicas, además de la máxima de verdad, incumplen la máxima de cortesía, y eso produce que se digan menos, y por tanto, la gente esté menos acostumbrada a escucharlas, lo que hace que sean más difíciles de detectar y comprender.

Así pues, a la gente le cuesta menos ver como ironía un “¡qué guapo estás!” que un “¡qué feo estás!”.

  1. Atribución de la intención irónica

Aquí va una gorda: Realmente no hace falta que sea una ironía lo que dice un personaje, solo que el lector lo crea.

En el experimento de ya sabéis quiénes dos, encontraron un efecto muy curioso: Los sujetos atribuían más ironías al personaje atrevido y vago (Jorge) que al introvertido y trabajador (Ángel). Esto sucedía a pesar de que no tuviera ningún sentido esa atribución (Jorge suspende un examen. Ángel dice “Jorge es buena persona”. ¡Y los sujetos decían que estaba siendo irónico!). Pasaba en sentido contrario también, los sujetos tenían muchas más dudas para decir que Jorge estaba siendo irónico y lo decían con menos seguridad.

Manipulando cómo son los personajes podrás facilitar la detección y comprensión de la ironía, o dificultarla. Así, entendemos que Han Solo está siendo irónico mientras que Yoda no lo está siendo. O podemos hacer que el lector crea falsamente que hay o no una ironía. Así, Han Solo dirá una verdad y creerán que está siendo irónico, mientras que Yoda estará siendo irónico y la gente creerá que realmente quiere decir eso, de forma literal.

¿Para qué nos sirve que el lector crea que hay una ironía si no la hay? Pues para lo que nos sirve el engañar al lector por lo general, para sorprenderlo. En una relación tirante entre dos casados, el marido podría decir “me encanta cuanto te enfadas”, y que nosotros creamos que está siendo irónico. Luego ZAS, soltamos la bomba, y cuando se separan descubre el lector que sí que le gustaba al marido cuando el otro marido se enfadaba. Los personajes que los lectores creen irónicos suelen causar desconfianza, de forma que aunque digan la verdad, nadie les cree (más o menos lo que le pasa a Tyrion Lannister, a pesar de sus buenas intenciones), y viceversa.

ITKjnEMLlámalo ironía poética, llámalo mal diseño. Espero que despidiesen a alguien por esto. Y sí, sé que esto no tiene nada que ver, pero seguro que echas de menos mis imágenes y comentarios gracisosos… ¿verdad? 

  1. La interacción entre la asimetría del engaño y la atribución de la intención irónica

Tenemos a Jorge, que es una mala persona. Y tenemos a Ángel, que es una buena persona. Adivina quién haría un elogio sarcástico y quién una crítica sarcástica.

Nos costaría mucho entender que una mala persona como Jorge haga una crítica sarcástica (“eres malísimo en matemáticas” cuando ha sacado un 10). Pensaríamos que no quiere ser irónico, sino que es mezquino e intenta socavar la confianza de su víctima, o que tiene envidia, pero lo último que se nos pasaría por la cabeza es que su intención oculta es alabarle de verdad. Al contrario, no nos cuesta nada creer que diga “eres brillante en matemáticas” al que le acaba de quedar esa asignatura, porque Jorge es mala gente y los malajes son así.

De la misma forma, es difícil entender que una persona tan buena como Ángel haga una crítica en serio. Cuando dice “Tienes un gusto horrible para la moda” es normal que pensemos que no lo dice literalmente, que está siendo irónico y en verdad quiere alabar su buen sentido de la moda, porque es una buena persona y no va a destripar su forma de vestir así por las buenas, sin tacto ni nada. Ángel es un angelito, y si hace una crítica seguro que es irónica. Y cuando hace un elogio irónico… Nah, seguro que lo dice de verdad. Ángel jamás sería tan mezquino.

En resumen: Los personajes buenos suelen hacer críticas irónicas, los malos hacen elogios irónicos. Y si no es así… Oye, pues es una buena forma de dar profundidad al personaje.

  1. Claves prosódicas

¿Por qué Alonso-Quecuty y Castillo son dos badass motherfuckers? Porque en sus experimentos se trabajó todo POR ESCRITO. Así es. No hubo ni gestos, ni tono de voz ni mierdas de esas de la prosodia. Los sujetos leían la situación y lo que decían los personajes, nada más, y se enteraban. Sí, el tono, los gestos y todo eso no son necesarios en absoluto para comprender la ironía. Para eso tenemos las cinco claves que ya he descrito muy brevemente.

Ahora, no voy a negar que las claves prosódicas (pronunciación, tono, expresión facial, sonrisa, gesto, etc) sean útiles. Es más, cuando las demás claves fallan, las claves prosódicas solas pueden ser suficiente para hacernos comprender que el hablante está siendo irónico. Si un amigo llega a clase diciendo “hoy he tenido un día genial”, y yo no tengo ni idea de cómo ha sido, el tonito me dice que está siendo irónico.

Algo muy interesante (si te gustan estos temas) es que las personas con trastornos autistas (sobre todo asperger, como Sheldon Cooper), y en general las que no tienen las llamadas “capacidades mentalistas” (busca Teoría de la mente en Wikipedia, el tema tiene su miga), no comprenden las ironías de forma automática. Para comprenderlo, tienen que analizar todo paso a paso en su cabeza. Estas personas tienen dificultades para entender las ironías por escrito (a no ser que sean entrenadas para reconocerlas y comprenderlas), y la prosodia es su anclaje. El tonito, o hacer las comillas con los dedos, es lo que les alerta de que esa frase no debe ser interpretada literalmente.

loveLos asperger (y todos los que tengan mal desarrollo de la Teoría de la Mente) no comprenden fácilmente el lenguaje figurado. Es un asunto más serio de lo que parece.

En ausencia de contexto e información, o en situaciones ambiguas, la prosodia es el salvavidas para captar la ironía.

  1. Ciertos adverbios e hipérboles

Mi profesora me bajaría un punto la nota de enterarse de que se me pasó poner esto tanto en la exposición como en el trabajo (aunque supongo que podría colar como que está en claves prosódicas y gestuales… Imaginad que esto está dentro del punto 6). Es tan importante que las autoras de los experimentos tenían que controlar esto para que no les trastocase los datos.

Determinados adverbios (¡Desde luego! ¡Por supuesto) e hipérboles (¡Es el mejor jugador de la historia!) son tan relevantes para la detección de la ironía que por sí mismos podían bastar para que el lector supiera que era una ironía en los experimentos.

Algunas expresiones se han configurado en nuestro lenguaje como irónicas, como por ejemplo, “¡qué listo!”. Todo esto produce ironías muy fáciles de reconocer y comprender, pero a mi entender, esto es ponérselo demasiado fácil al lector. Es útil, sí, pero no es muy sutil. Ya sabéis que lo que todos queremos es poner rótulos de neón bien brillantes para cegar al lector.

Aun así, supuse que también podría serviros.

Estas son las claves que intervienen en la detección y comprensión de la ironía. Aprendiendo a dominarlas podrás utilizar esta parte del lenguaje figurado a tu antojo, sin pasarte de obvio ni ser demasiado obtuso. Recuerda que la ironía es “un mensaje oculto que debe ser descifrado”, así que te interesa ser lo bastante sutil para que tu lector no crea que le tratas como a un idiota, pero lo bastante accesible para que puedan pillarlo todos y no se sientan tontos.

¡Vaya día! Os he soltado unas 2.500 palabras en una parrafada pseudo-psicolingüística, habéis aprendido unos cuantos conceptos nuevos… Seguro que estáis deseando sacrificar vírgenes a la teoría Aditiva y llenar vuestros escritos de ironías y sarcasmos. Controlaos un poco, no es cuestión de plagarlo todo de lenguaje figurado. La idea es que aprendáis a usar esta herramienta para que sea efectiva en el momento en que os haga falta.

¿Utilizabas estas definiciones de ironía y sarcasmo? ¿Qué te ha parecido este post? ¿Te gustaría que en el futuro siguiera por esta línea (por ejemplo, la psicología social para la creación de sociedades ficticias)? ¿Qué opinas de la psicología, crees que es una farsa, que no es una ciencia de verdad, o huyes atemorizado pensando que te van a psicoanalizar, leer la mente y lavarte el cerebro?

animales-comer-cabeza-03Un psicólogo cualquiera haciendo su trabajo. Podríamos decir que… le va a comer la cabeza…

¡Espero que os haya gustado leyéndolo tanto como yo he disfrutado escribiéndolo! Y no estoy siendo sarcástico.

Referencias (en el jodido formato APA):

fa0Wmp2Así me imagino a los de la APA creando el mal llamado formato APA. Malvado, pero útil. Como la ciencia. 

Alonso-Quecuty, María, Castillo, Maria Dolores. (1991). Detectando la ironía: la hipótesis aditiva como alternativa a las de la referencia y la intención. Cognitiva, 3, 95-122.

Alonso-Quecuty, María, (1993). Ironía y comunicación: quién es el irónico, quién la víctima y cuál la situación. Cognitiva, 5, 113-125.


 

¡Hey! Si te ha gustado este artículo, quizás te gusten el resto de artículos sobre psicología. 

También puedes echarle un vistazo a mis historias, por supuesto con un toque de psicología que no puede faltar:

En Testosterona, una historia de fantasía policial, se habla de la influencia de la testosterona en la agresividad, y cómo esto afecta a nivel psicológico a las personas. En Torres de Vinilo y Neón, un relato de videojuegos cyberpunk, la protagonista deberá hacer frente a sus problemas personales.

Puedes echarle un vistazo a estas historias aquí. 

11 respuestas a “Psicología aplicada a la ficción: Cómo utilizar la ironía y el sarcasmo en la escritura

  1. annabolox 23 junio, 2015 / 6:15 am

    Excelente mini ensayo. Me ha encantado. Sí, por favor, sigue explicándonos cómo utilizar la psicología en la escritura.

    Tengo pendiente una lectura más detenida en tu artículo sobre la creación de sociedades, que también me ha gustado muchísimo.

    Felicidades por estos artículos tan bueno para los que intentamos incluir ironías y sarcasmos si tener que echar mano del «ironizó» 🙂

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    • GuilleJiCan 23 junio, 2015 / 8:01 am

      Para la novela negra que tú escribes seguro que es muy útil, me alegro de que te haya gustado y espero traer al menos uno al mes (es bastante trabajoso producir uno de estos artículos). El próximo post es sobre ganchos, así que no te olvides de echarle un ojo cuando salga ^^

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  2. Oliver Mulet 10 marzo, 2016 / 10:19 pm

    He de confesar que me ha encantado este artículo, aunque discrepo sobre las virtudes de trabajar en grupo. En mi época siempre éramos dos gilipollas pringando y el resto sumándose a la nota grupal. De poco me ha servido mi licenciatura en Psicología, pero al menos ha sido útil para pillar todas las referencias. Muy fan de tu comentario “diseño factorial 2x3x3x3x3, así de tranquis”. Me he reído como un cabrón.

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    • GuilleJiCan 10 marzo, 2016 / 11:01 pm

      Joder, qué gusto da cuando alguien pilla los chistes más malos y específicos. Uno se siente realizado XD
      Me alegro de que te haya gustado.

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  3. romina 8 agosto, 2016 / 1:48 pm

    simplemente genial!!!, estoy feliz de haberte encontrado. ya va tomando forma el personaje que elegi para mi novela.

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    • GuilleJiCan 8 agosto, 2016 / 3:58 pm

      ¡Me alegro de que te haya servido! No dudes en mirar el resto de artículos, sobre todo los de psicología aplicada, seguro que te son muy útiles para tu escritura. ¡Gracias por comentar y por leer!

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  4. nora48 27 junio, 2018 / 7:42 pm

    Bueno. 3 años después tu post sigue siendo interesante de leer. Por lo menos para mí lo fue. MUY muy bien explicado. Claro, conciso y con un lenguaje afable y divertido. Como me gusta. Gracias. Nora desde la Patagonia argentina.

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  5. Doyel Saulino 29 junio, 2021 / 4:53 pm

    Ahora lo importante, si yo estoy haciendo un trabajo con normas APA, cómo introduzco una ironía, ¿simplemente con comillas? O requiere un formato específico.

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