Ya son tres meses que, cada dos jueves, os he ofrecido un análisis pormenorizado de un fragmento de una novela de un escritor novato. He intentado destripar cada pequeña porción para que podamos ver, en situación, errores y aciertos. Mi objetivo era que estos análisis fueran lo más prácticos posible. Pero hay que extraer unas conclusiones o enseñanzas que se puedan generalizar, para condensar estos tres meses de análisis en algo manejable.
Si aún no has leído estos análisis, aquí tienes el enlace, donde podrás leer cada uno de los seis análisis que he ido haciendo del fragmento. Ahora, veamos si hay algo de sabiduría que podamos sacar de aquí. Vayamos de más general a más específico.
Antes de nada, quiero añadir que a cualquiera de estas indicaciones hay que añadirle un “a menos que tengas una buena razón para hacer lo contrario”. No son reglas escritas en piedra, son las recomendaciones que yo he extraído de este fragmento y que no valen igual para todos.
A. Meta-escritura
1. Antes de empezar a escribir una novela, escribe una escaleta por escenas.
A los escritores de brújula quizás les parezca un poco nazi, pero el fragmento es una buena prueba de lo que sucede si no lo haces: Escribes una escena que no aporta nada a la historia y que podrías eliminar perfectamente. Antes de empezar a escribir algo, es mejor que sepas para qué sirve ese algo.
2. Ten clara la razón por la que escribes cada cosa en cada momento.
En muchos de los análisis pregunto, ¿por qué? Hay que preguntarse para qué sirve cada frase, cada pedazo de información. Asegúrate de que estás tomando la decisión correcta al incluir cada detalle. En este fragmento, comentamos que relatar el pasado del protagonista es un error, porque no cumple una función clara. En algo tan vital para que el resto de la novela sea leída como es el prólogo, asegúrate de todo lo que escribes tiene una función y la cumple a la perfección.
Ten claras cuales son las necesidades de cada momento de la historia, qué funciones cumplen esas necesidades, y elige las palabras adecuadas para llevar a cabo cada función.
3. Dale al lector una razón para leer nada más empezar.
En las primeras líneas se decide si un lector leerá el libro o no. Haz que el lector quiera seguir leyendo. Una forma de hacerlo es creando necesidades (que quiera información, por ejemplo), o relaciones afectivas (presentando un personaje que le guste). Haz que se interese por la historia.
4. Asegúrate de que lo que estás contando sea coherente y/o creíble
Si algo se contradice o no tiene sentido, el lector no va a querer seguir leyendo. El cuarto análisis se centra bastante en esto. Si el lector no se cree lo que le estás contando, va a dejar de leer. Revisa todo para asegurarte de que todo cuadra perfectamente.
5: Evita la ambigüedad.
Porque confunde al lector y eso no suele ser bueno.
6. No crees drama solo por crear drama
Que el drama tenga una razón de ser. Y eso se puede aplicar a todo: No incluyas nada en la historia sin un motivo.
B. Narración
1. Muestra, no cuentes.
No me digas que el personaje es muy valiente, muéstrame en situación cómo afronta el miedo y lo supera. Puedes decir que el personaje es bueno, pero si no muestras cómo el personaje hace cosas buenas, el lector no va a sentirlo. Es más, sentirá que tú, como escritor, le estás mintiendo.
2. Enfoca bien la narración en cada momento.
En el tercer análisis nos narraban las características del empleo de soldado para darnos detalles sobre el protagonista. El problema era que nos estaba presentando al personaje en el fragmento, por lo tanto, el enfoque tendría que ser el inverso: Que los datos del prota nos den detalles sutiles sobre el trabajo.
3. Da la cantidad apropiada de información
Mucha información nada más empezar es confusa, pero poca información lo dejará sin saber dónde está. En los primeros párrafos necesitas un personaje, una acción y un contexto. Puedes ampliar, si el lector necesita algún dato para comprender lo que está leyendo.
4. Asegúrate de que al lector le interesa la información que le vas a dar.
No le des al lector información irrelevante. Si vas a darle información relevante, primero dale al lector una razón para querer conocer esa información. No le sueltes un bloque de texto con la política de una isla que todavía no le has mencionado. Primero llévale a la isla, métele en la política, y cuando esté metido en ella, se le explica, por ejemplo.
5. Mantén una narración uniforme.
Decídete entre narrador subjetivo y objetivo, primera y tercera persona, pasado y presente. Y una vez que lo tengas claro, mantén ese estilo de narración. Y por supuesto, elige el narrador que mejor cumpla las exigencias de la historia.
6. Mantén una coherencia interna.
Asegúrate de que no contradices tus propias palabras.
7. Las cosas, en una historia creíble, no pasan por exigencias de guión.
Lo que ocurre en una novela tiene que ser una sucesión lógica de hechos.
8. Narra lo extraño, no lo cotidiano.
Ya sea narrar lo extraño para el personaje (aunque sea corriente para el lector) o lo extraño para el lector (aunque sea corriente para el personaje). Las cosas que sean normales tanto para el lector como para el personaje las puedes dar por hechas.
9. Que todo fluya a la velocidad adecuada en cada momento.
Aprende a utilizar las comas, los diálogos, los puntos y aparte y todo eso para manipular a tu antojo el ritmo de la escena. Que el ritmo de la narración sea adecuado al de la escena, en una escena de acción debe ser frenético, y en un día tranquilo debe ser más calmado.
10. Sé claro y conciso
Deja claro quién está haciendo cada cosa en cada momento. Si es una escena frenética, el lector tiene que ser capaz de seguirla sin perderse. Cuanto más rápido sea el ritmo, más se detiene el lector ante las cosas que le hacen dudar, y más le cuesta recuperar el ritmo después.
C. Personajes
1. Un personaje tiene que ser más que color de pelo y ojos.
Describe las cualidades que hacen único al personaje, que lo distinguen. Descríbelo como quieres que lo recuerden.
2. Asegúrate de que las acciones de los personajes sean coherentes con ellos mismos.
Tim Roister comete un asesinato para quedarse en la ciudad y se va de la ciudad a pesar de que no hay testigos ni pruebas.
3. Demuestra lo que sienten los personajes.
Pero no lo menciones y punto. Si alguien tiene miedo, tenemos que sentir su miedo.
D. Estilo
1. Intenta decir mucho con poco.
Esto lo hemos visto de varias formas en los análisis: por lo general ser breve es mejor. Hay menos sitio para cometer errores y nos aseguramos de evitar redundancias o irrelevancias. Esto permite que sugiramos detalles de forma sutil, como todo lo que podía decirnos la mención de Astia en el primer análisis.
2. Mantén la coherencia y cohesión del texto.
Que cada párrafo trate un tema, y que las frases estén unidas correctamente entre sí. Utiliza los conectores apropiados para que el texto sea coherente y tenga cohesión. No cambiar de tema en medio del párrafo.
Conclusión de las conclusiones
Escribir es una toma de decisiones constante. Sin embargo, para los que solo saben una cosa, no hay decisión posible. Esta es la razón por la que se aconseja comprender bien los recursos antes de aplicarlos, debes ser consciente de cada una de las opciones para poder tomar una buena decisión.
He intentado siempre ser constructivo con este análisis de errores, y ese era mi enfoque: En todos los errores (quitando ortografía y errores de coherencia) siempre daba una alternativa en la que ese mismo recurso sería una buena opción. No existe ninguna herramienta incorrecta. Solo herramientas mal utilizadas.
Y con esto, doy por concluido el análisis.
¿Qué quieres decir con »Muestra, no cuentes»? Es el único apartado que no está explicado. Comprendo que das a entender que se explica por sí mismo, pero en mi caso no lo termino de pillar. Hodor-hodor xD
Muy buen artículo, como siempre, aunque últimamente cada vez te vas superando más. Sigue así, campeón.
Saludos y Feliz Navidad.
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Lo corregiré ahora mismo, pero es un principio muy básico: En vez de decir algo con palabras, muéstramelo. No me digas «Pepito era el más alto de la clase», muéstrame a Pepito destacando cuando se reune la clase. No me digas que era muy respondón, muéstrame cómo responde a todo lo que le dicen. Lamento no haber sido tan claro con un punto tan vital, ¡espero que te haya sido útil todo el análisis! Feliz Navidad a ti también.
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Hace rato que terminaste esto y no lo había leído completamente.
Debo felicitarte, porque el análisis que le haces a ese texto es titánico, (comprendo tu exasperación en varios de los puntos que mencionas) si bien soy de la idea de que la crítica constructiva es la manera de demostrar cuales fueron los errores y los aciertos, considero que también diciendo las cosas de frentón (las incoherencias, la ortografía y la redacción) uno puede crecer como escritor.
Considero que escribir es un poco como eso, esperar a que un superior a ti (un lector, digamos) venga y te diga: «esto es una mierda, pero vamos, puede ser menos mierda la próxima vez»
Al menos, con ese empujoncito uno tiene para seguir adelante y evitar pisarse los cordones de nuevo, aunque siga tropezándose muchas veces antes de salir de la montaña de excrementos.
Nuevamente agradecido por haberte dado el tiempo de analizar, comentar y destripar tan magna obra de arte (jajaja, lo siento, es mi otro yo {el malvado} el que dice esas cosas.) y felicitarte por todo este trabajo.
Saludos!
Mariano.
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¡Gracias por apreciar el esfuerzo! Si leerlo ya fue un suplicio, imagínate analizarlo… En fin, me alegro de que te haya gustado y espero que te haya sido muy útil.
Las críticas son muy duras algunas veces, y encajarlas cuesta horrores. Lo sé por experiencia.
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