La muerte de los personajes y sus emociones: El duelo – Colaboración de Antro Narrativo

Es posible que ya conozcáis a Piper Valca, porque tiene un blog muy chulo para escritores llamado Antro NarrativoCuando Piper contactó conmigo no dudé ni por un segundo en cederle un hueco en el blog para que compartiese un poco de su sabiduría con nosotros.

Pero si no le conocéis, aquí podéis acceder a su información de contacto (y ver su larga lista de relatos ganadores y finalistas, este hombre arrasa en los concursos). Sin más dilación, os dejo con sus amplios conocimientos sobre el tema de la muerte, uno que, sin duda, os interesará. Muchísimas gracias, Piper, por un artículo completo e interesante.

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Pues aquí estoy, arriesgando mi escasa reputación para hablar de un tema del cual Guillermo con seguridad me lleva años luz: el análisis de las emociones en el ser humano. Haremos un breve estudio de un reconocido escritor que plasmó las consecuencias de la muerte en sus personajes y daré algunos consejos para que puedas escribir sobre el duelo en tus novelas.

Hace unas semanas realicé una encuesta en las redes sociales sobre los escritores que matan a sus personajes y en base a las respuestas logré levantar mi entrada Lo que deberías saber antes de matar a tus personajes. Uno de los aspectos que me llamó la atención fue el hecho de que al parecer esta actividad es bastante común y a pocos les tiembla la mano para hacerlo. Sin embargo, no niegan que lo piensan dos veces, pues han dedicado tanto tiempo dotándolos de rasgos y cualidades humanas que los sienten como sus propios hijos, es decir; los han humanizado.

Aclaro, humanizar no está mal. Al contrario, un personaje que exprese sus sentimientos y cuyo comportamiento sea similar al de nuestro vecino creará mayor empatía con el lector, pues se verá identificado en él. Seamos honestos, no es muy difícil hacer que expresen alegría, tristeza, rabia o vergüenza, ya que la mayoría de nosotros las sentimos y manifestamos a diario (a no ser que seas una especie de robot o lleves en tu sangre linaje vulcano). ¿Pero qué sucede cuándo un personaje pierde a un ser querido? Supongo que el desconocimiento de este tipo de dolor en algunos escritores puede desencadenar en una clase de bloqueo literario.

Vulcano llorando.jpg
Retiro lo dicho sobre los vulcanos

Las famosas fases del duelo

Decidí empezar hablando de las fases del duelo porque pueden ser de utilidad en autores que no tienen claro cómo sus personajes deben reaccionar ante esta situación.

A finales de los años sesenta, la psiquiatra Elisabeth Kübler Ross se dio cuenta de que muchos de sus pacientes, que eran enfermos terminales, experimentaban una serie de emociones anteriores a la muerte. Esta investigación derivó en lo que hoy en día se conoce como el modelo de Kübler-Ross o las etapas del duelo, las cuales, palabras más, palabras menos, son una especie de indicador con el cual se mide el dolor.

Me imagino, queridos lectores, que no les sorprende ni es algo nuevo esto de las etapas, pues se habla de este tema en la mayoría de las carreras relacionadas con las Ciencias humanas, son la última palabra en los talleres sobre dolor por pérdida, te regalan folleticos cuando estás de visita en las unidades de cuidados intensivos y las encontramos hasta en la literatura. En conclusión, las etapas del duelo están por todas partes.

Lastimosamente, su uso indiscriminado ha llevado a que, incluso los profesionales de la materia, concluyan en que existe una sola y obligada ruta para enfrentar el duelo. Han creado un patrón ordenado y predecible por el que todo el mundo debe pasar para sobrellevar la tragedia; y si por alguna razón los individuos no atraviesan estas etapas de forma correcta no sanarán. Gran mentira, pues es conocido que tiempo después la misma Elisabeth Kübler Ross se lamentó de haber descrito las etapas de esa manera. Manifestaba que no todos los pacientes que trató pasaron por ellas y los que lo hicieron no siempre siguieron ese mismo orden. En conclusión, ella identificó cinco emociones comunes y no cinco emociones forzosas.

Por experiencia puedo decir que la doctora tuvo razón al satanizar este modelo, pues las emociones que florecen al perder a alguien son demasiado desconcertantes como para que se encuentren en una simple hoja de ruta o guía preestablecida. Todos los que hemos pasado por ello sabemos que no reaccionamos de la misma forma ante la muerte. El dolor es tan individual como el amor; cada individuo es único, y por lo tanto no existe un patrón predecible. No importa lo que digan, al menos, yo que pasé por allí con mi padre y con mi hijo, puedo dar fe de ello.

A estas alturas Guillermo debe estar preguntándose si fue buena idea permitirme redactar esta entrada en su blog basado en mis sentimientos y no en la evidencia científica. El objetivo principal es enseñar a los escritores a describir el duelo de los personajes de forma libre y no bajo estrictas e ineludibles normas.

No quiere decir que esté mal hacer uso del modelo de Kübler-Ross. Por el contrario, considero una falta de respeto aquellos relatos en los que los personajes mueren por doquier y los autores no se toman el tiempo de tener en cuenta la carga emocional que esto conlleva. Incluir el modelo, aunque se tome de forma lineal, por lo menos demuestra cierto interés en reflejar sentimientos y procesos psicológicos. Algo es algo.

Las etapas del duelo según el libro “On death and dying” de Elisabeth Kübler-Ross

Negación: Cuando una persona se entera de la enfermedad terminal o muerte de un ser querido, su primera reacción es negar la realidad de esta noticia devastadora. Se trata de una respuesta temporal que nos paraliza y nos hace escondernos de los hechos. La frase que podría resumir la esencia de esta etapa es «Esto no me puede estar pasando a mí».

Ira: Cuando ya no es posible ocultar o negar esta muerte comienza a surgir la realidad de la pérdida y su consecuente dolor. Si bien los sentimientos de enojo estarán presentes con distinta intensidad durante todo el proceso de duelo, es en esta etapa donde la ira toma el protagonismo dirigiéndose este enojo al ser querido fallecido, a nosotros mismos, a amigos, familiares, objetos inanimados e inclusive a personas extrañas. La frase «¿Por qué yo? ¡No es justo! », «¿Cómo puede sucederme esto a mí?».

Negociación: En esta etapa surge la esperanza de que se puede posponer o retrasar la muerte de la persona moribunda. En secreto el doliente busca hacer un trato con Dios u otro poder superior para que su ser querido fallecido regrese a cambio de un estilo de vida reformado. Este mecanismo de defensa para protegerse de la dolorosa realidad no suele ofrecer una solución sostenible en el tiempo y puede conducir al remordimiento y la culpa interfiriendo con la curación. La frase que resume esta etapa es «¿Qué hubiera sucedido si…?»

Depresión: el doliente comienza a comprender la certeza de la muerte y expresa un aislamiento social en el que se rechaza la visita de seres queridos. En esta etapa la atención del doliente se vuelve al presente surgiendo sentimientos de vacío y profundo dolor. «Extraño a mi ser querido, ¿por qué seguir?».

Aceptación: Es el momento en donde hacemos las paces con esta pérdida permitiéndonos una oportunidad de vivir a pesar de la ausencia del ser querido. El doliente llega a un acuerdo con este acontecimiento trágico gracias a la experiencia de la depresión. Esta etapa no significa que estamos de acuerdo con esta muerte sino que la pérdida siempre será una parte de nosotros. La frase que resume la esencia de esta etapa es «Todo va a estar bien».

Uso de las fases del duelo en el proceso literario

Para los escritores que ven en el modelo una forma simplificada y precisa de describir el duelo de sus personajes, el siguiente estudio puede serles de mucha utilidad. A continuación analizaremos una de las muertes más reconocidas y fuertes en la literatura: la muerte de Sirius Black y sus efectos en Harry Potter.

Aunque muchos no lo saben, por razones religiosas no soy adepto a las novelas relacionadas con brujos y hechicería, pero la obra de JK Rowling nos sirve para analizar la manera en que un autor puede incluir el duelo en la trama sin que se afecte la historia. Es más, este proceso puede ayudar a dar forma y profundidad a los personajes, como se supone ocurrió con Harry Potter. Por cierto, ¿Cuál es el verdadero motivo por el que Rowling se despachó con Sirius Black?

Introducción: Sirius Black era el padrino de Harry Potter y el amigo más cercano de los padres del chico maravilla. Fue injustamente culpado por la muerte de estos y encarcelado en la terrible Azkaban, en donde estuvo por doce años. Tras su escape se convirtió en el candidato a convertirse en el principal protector del muchacho.

La muerte repentina de este personaje secundario despierta una serie de emociones en el personaje principal que si se estudian con cercanía demuestran el uso del modelo Kübler-Ross.

Harry Potter y las fases del duelo

Potter gritando.jpg
Harry ante la muerte de Sirius

Negación: Tras la inexplicable desaparición de Sirius detrás del velo, Harry manifiesta en repetidas ocasiones su posición de que no está muerto y mantiene las esperanzas de que volverá a cruzar el umbral del arco de regreso a la vida. Es obvio que no estaba en los planes de Rowling darle una oportunidad a este personaje.

—No puede volver, Harry —insistió Lupin; la voz se le quebraba mientras intentaba retener al chico—. No puede volver, porque está m…

—¡NO ESTÁ MUERTO! —rugió Harry—. ¡SIRIUS!

Ira: Harry pasa gran parte del final del libro en esta fase, estado que aporta mucha emoción y ritmo a la historia y que la mayoría de escritores deberían explotar en sus escritos.

—¡Que sufras así demuestra que todavía eres un hombre, Harry! Ese dolor significa que eres un ser humano.

—¡PUES ENTONCES NO QUIERO SER UN SER HUMANO! —rugió Harry. Y agarró el delicado instrumento de plata de la mesita de patas finas que tenía a su lado y lo lanzó hacia el otro extremo de la habitación; el instrumento se hizo mil pedazos al estrellarse contra la pared. Varios retratos soltaron gritos de enfado y miedo, y el de Armando Dippet exclamó: «¡Francamente…!»

Negociación: Harry acepta la muerte de Sirius Black pero busca la forma de volver a encontrarse con él, por lo que en un intento desesperado, intercepta al fantasma que llamaban Nick Casi-Decapitado.

Nick se apartó de la ventana y miró apesadumbrado a Harry. —Él no volverá.

—¿Quién?

—Sirius Black.

—¡Pero usted volvió! —gritó Harry con enfado—. Usted volvió, y está muerto, pero no desapareció.

—Los magos pueden dejar un recuerdo de sí mismos en el mundo y pasearse como una sombra por donde caminaban cuando estaban vivos —explicó Nick con tristeza—. Pero muy pocos magos eligen ese camino.

—¿Por qué no? ¡Además, no importa, a Sirius no le importará que no sea algo habitual, volverá, estoy seguro de que volverá! —Y tan poderosa era su fe que Harry giró la cabeza hacia la puerta, convencido por una milésima de segundo de que vería a su padrino, con el cuerpo de un blanco nacarado y traslúcido pero sonriente, entrando por ella y dirigiéndose hacia él.

Depresión: según nos cuenta la autora, luego de los acontecimientos que llevaron a la muerte de Sirius, Harry regresa a la casa de sus tíos y allí enfrenta esta difícil etapa. ¿En dónde están los amigos y profesores? ¿No es contraproducente dejar a la suerte a un chico de un poco más de dieciséis años que acaba de perder a un ser querido de forma traumática? ¿Más en casa de sus «amorosos» familiares?

—Fue cruel —dijo Dumbledore suavemente—, tú y Sirius pasaron muy poco tiempo juntos. Un final brutal a lo que debería haber sido una relación larga y feliz.

Harry cabeceó, sus ojos se fijaron sobre la araña que ahora trepaba el sombrero de Dumbledore. Podría decirse que Dumbledore entendió, que hasta podría sospechar eso hasta que su carta llegara, Harry había pasado casi todo su tiempo en casa de los Dursleys tirado sobre su cama, rechazando comidas, y mirando fijamente por la ventana, llena del vacío de frialdad asociada a los Dementores.

 

Aceptación: al inicio del libro de Las reliquias de la muerte, Harry parece haber superado la muerte de su padrino, como podemos leer en su conversación con Dumbledore. Ya la muerte de Sirius no se veía tan terrible como en el libro anterior.

—Sirius te representó mucho antes de que lo conocieras —dijo Dumbledore con cuidado—. Naturalmente, la pérdida es devastadora…

—Pero, mientras yo estaba donde los Dursleys —Harry interrumpió, su voz sonaba más fuerte— comprendí que no puedo encerrarme o… devastarme. Sirius no habría querido esto, ¿verdad? Y, de todos modos, la vida es demasiado corta… Mire a la señora Bones, mire a Emmeline Vance… ¿Podría ser yo después, verdad? Pero así es —dijo con ferocidad, ahora mirando directamente a los ojos azules de Dumbledore que brillaban a la luz de la varita —me aseguraré de tomar a tantos mortífagos conmigo como pueda, y a Voldemort también si puedo manejarlo.

Creo que las tres primeras fases del duelo de Harry fueron muy bien descritas, pero las dos últimas presentan ciertos aspectos que desde el punto de vista psicológico podrían haber sido mejor tratadas.

  1. Si, sabemos que Sirius no era el verdadero padre de Harry, pero era lo más cercano a un padre que había conocido. A lo que me refiero es que sorprende la celeridad con que el chico acepta la muerte de su padrino, teniendo en cuenta cómo actuó en las fases anteriores. De la fase de depresión tan solo sabemos que el muchacho estuvo encerrado sin comer y pegado a la ventana. Alguno puede argumentar que no era necesario detenerse a describir cada uno de los síntomas de la depresión. Es verdad, pero… ¿No debería por lo menos haber repercusiones físicas en Harry Potter? Recordemos que duró varios meses rechazando comidas. En ese sentido yo hubiese mostrado al chico más delgado, lívido y débil sino enfermo, lo cual es muy común en las personas que atraviesan esta fase.
  2. En cuanto a la fase de aceptación ¿Qué tan factible es que superes la muerte de un ser querido alejado de tus amigos y rodeado de familiares que te odian? ¿Qué ideas pueden llegar a tu mente adolescente para alivianar el dolor? No obstante, cuando Dumbledore habla con el chico, comprueba que su dolor ha disminuido de forma sorprendente. Incluso leemos a un tranquilo Harry hablar de la muerte. «de todos modos, la vida es demasiado corta… Mire a la señora Bones, mire a Emmeline Vance… ¿Podría ser yo después, verdad?». Vamos, es un chico de 16 años y no pasaron más de seis meses. Rowling nos demuestra que buscaba cerrar esa trama y proseguir con lo que era en verdad importante, que Harry entendiera que debía ser él quien asesinara a Voldemort.
  3. La falta de un funeral para Sirius: Freud argumentó que el duelo requiere «el veredicto real de que el objeto ya no existe»; es decir, como parte indispensable para superar el duelo está el funeral.

En el libro Rituales de despedida en la terapia de duelo se explica que uno de los factores que pueden traer complicaciones en el proceso de duelo es la ausencia del entierro tradicional y de rituales de duelo bien desarrollados. Tradicionalmente, los rituales de duelo ayudaban a las personas a realizar el duelo, proporcionándoles una estructura socialmente aceptada en la cual podían —incluso debían— dirigir temporalmente toda su atención hacia el difunto, declarando así la muerte de éste y aceptando sus consecuencias. Esta situación a Harry parece no afectarlo en lo más mínimo, a pesar de que nunca se recuperó el cadáver y la autora no se toma la molestia de incluir más adelante un entierro simbólico o un ritual terapéutico de «despedida».

  1. Por último, es también sorprendente como Harry Potter parece estar más concentrado en lo que le espera frente a Voldemort que en el hecho de haber presenciado la muerte violenta de Sirius. En el documento Entre Brownlow y Magwitch: Sirius Black y la implacable eliminación del hombre protector en la serie Harry Potter de Sara Martín Alegre, se trata este asunto:

“Ser testigo de una muerte violenta genera una variedad particular de estrés post-traumático juvenil e influye negativamente en la superación del dolor ya que el horror que se siente en relación al tipo de muerte perturba los pensamientos sobre el difunto”. Como exponen, “en el centro del trauma se halla el recuerdo intrusivo y disfórico de haber visto la violencia en el momento en que se infligió el daño físico letal (…)”. El síndrome post-traumático crece alimentado además por la idea que el progenitor murió a causa de las acciones de otra persona, en lugar de por accidente o enfermedad; este sentimiento no es incompatible con la impresión de que la víctima contribuyó a precipitar el crimen”, e incluso en algunos casos el niño llega a culparse por no haber conseguido “evitar el delito, o por haber provocado la muerte con su propia conducta”. La culpabilidad y el trauma con frecuencia aceleran “la entrada prematura del adolescente en la edad adulta”. Es sencillo ver que todo esto encaja con el caso de Harry quien, pese a su conducta arisca y triste, apenas tiene ni tiempo ni ocasión de desarrollar la conducta antisocial que la mayoría de adolescentes reales muestran en estos casos.

A pesar de estas observaciones no puedo negar mi admiración hacia la autora por el simple hecho de recrear esta experiencia tan abrumadora y difícil, más en un adolescente.

Consejos para describir el duelo

Dejando atrás los modelos y guías, voy a adentrarme en los puntos básicos que los escritores debemos tener en cuenta al momento de describir cómo un personaje afronta una pérdida.

  1. Si no has tenido una experiencia cercana con esta aflicción, o puede que tu pérdida sea diferente, es recomendable investigar. No me refiero a que te vuelvas loco comprando todos los volúmenes de tanatología del mercado ni que te los leas si ya los compraste. Se trata de que recabes la información que mejor se adapte a tus necesidades. Puedes leer memorias de personas que hayan perdido a sus seres queridos o hablar con quienes ya pasaron por esta situación. Si lo deseas, leer obras de ficción que aborden el duelo también ayudará a analizar cómo sus autores lo hicieron. Entrevista a algún psicólogo o paga por una consulta. Describir sobre emociones no es fácil y menos cuando las desconoces.
  2. Conoce a tus personajes. Cuando tienes un perfil psicológico y emocional de tu personaje bien estructurado, podrás inducir cómo reaccionará ante la pérdida, pues ellos, al igual que los seres humanos, son diferentes. No te preocupes si uno de tus personajes actúa de una forma atípica ante el duelo. Así es él/ella. Sería peor si sus actos fueran en contra de la personalidad que les asignaste.
  3. Muestra, no cuentes. Quizás el más trillado, antiguo y repetido consejo literario. Como lector no quiero que me digas que Harry Potter tiene rabia por la muerte de Sirius Black. Muéstrame su rabia. El duelo es una mezcla de emociones y sentimientos que pierden su poder y esencia si el escritor no sabe manejarlos.

 

Cómo mostrar el duelo de los personajes

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Recuerda que el duelo es algo individual y no todos reaccionamos igual

Como describir el duelo inmediato. Es el que comprende desde que se produce el fallecimiento hasta pasadas las 24 primeras horas, o incluso la primera semana. Si tu personaje se encuentra en este periodo puedes tener en cuenta la siguiente sintomatología:

  • Las sensaciones físicas (Bloqueo, debilidad, dolor muscular, lentitud, engrosamiento de garganta, falta de apetito o aumento del apetito, náuseas, un peso en el pecho, temblor de manos, ojos hinchados, la nariz tapada, llanto incontrolable).
  • Patrones de pensamiento (Negación, «aunque sólo hubiera…», «no pude decir adiós», «me gustaría no haberle dicho tal cosa», «¿por qué, por qué, por qué, por qué, por qué?»).
  • Los síntomas del estrés (Incapacidad para dormir, falta de deseo para participar en actividades).
  • Síntomas sociales (la insistencia de que todo está bien, o la incapacidad para ocultar el dolor en público; retirarse de las actividades; irritabilidad; ocuparse en demasiadas actividades para mantenerse ocupado).

Durante las etapas iniciales de la pena, todos o algunos de estos síntomas pueden estar presentes. La clave está en que el personaje no debería necesariamente verbalizarlos; el lector debe ser capaz de comprender por qué se comporta de esta forma y relacionarlo con la muerte del ser querido.

No digas que Pepito no puede dormir, describe algunas de sus noches o muestra el deterioro que el insomnio he provocado en él. Pepito no tiene que estar diciéndole a todo el reparto que no quiere hablar con ellos; haz que se aleje, que esté retraído. Si lo sabes hacer el público lo entenderá con facilidad.

El duelo a largo plazo. Este es uno de los grandes olvidados de la literatura, pues es muy común explayarse en el dolor inmediato pero páginas adelante hacer como si nunca hubiese sucedido.

  • La negación. Aunque ya la nombramos en las fases del duelo, esta puede tomar una cantidad de formas. La negación de la causa de la muerte, de la culpabilidad, de la pena en sí, etc.
  • El olvido de la persona que ha muerto. Sé que suena extraño, pero es cierto, y puede suceder años después de los hechos. De un momento a otro tu personaje tomará el teléfono para llamar a la persona que murió sólo para caer en cuenta que no puede. Cuando el personaje recuerda su pérdida vuelve a sentir tristeza. Como si la perdiera de nuevo.
  • El olvido de la persona y punto. La naturaleza aborrece el vacío, y la vida tiende a llenar los vacíos que la muerte cavó. Puede llegar el momento en que nuestro protagonista se da cuenta de que está viviendo como si esa persona nunca hubiera existido. El personaje sufrirá por haberla olvidado, como si recordar fuera un deber sagrado que no debe ser eludido.
  • Vivir para la persona. ¿La madre del personaje iba a ser un médico? Veinte años más tarde el personaje monta una clínica.
  • Miedo irracional a lo que mató a esa persona. Si el padre del personaje murió ahogado en el mar el personaje no se atreve a navegar, como en Truman Show.
  • Abrazando lo que fuera que mató a esa persona. Si el padre del personaje murió ahogado en el mar el personaje ahora es capitán de un navío y recorre los siete mares.
  • Continúan los síntomas físicos de estrés. La presión arterial alta. Úlceras. La falta de sueño. La negativa a permitir que alguien se acerque demasiado. Si el duelo no se trató el personaje puede desencadenar en una serie de situaciones terribles.

En vez de decir que el personaje tenía pensamientos locos de unirse a su fallecida esposa, puedes mostrar que él se pregunte ¿Qué pasaría si yo hubiera conducido ese día?

Es crucial que definas qué tanto aporta explayarte en el duelo del personaje, pues aunque vaya en contravía a todo lo que te he repetido, si te vas a «volver un ocho» en páginas y páginas de dolor sin sentido, mejor no lo hagas. Así como la muerte de los personajes, el duelo también de tener bien claro el por qué.

Para terminar dos aclaraciones. La primera es recordarte que las emociones hacen parte de la escritura y que un deficiente uso de estas desencadenará en el fracaso, pues no porque matemos al mejor amigo del personaje los lectores llorarán. Y la segunda, que hasta de las malas noticias se puede poner buena cara, o que lo diga Homero Simpson cuando supo que iba a morir.

(Guille: Como soy un buen anfitrión enlazo la versión latina en vez de ser mala persona y poner la versión en castellano para iniciar otra batalla más de la guerra de doblaje de los simpsons)


¿Cómo te ha parecido la entrada? Cuando la muerte aparece en tus escritos… ¿Tus personajes expresan el dolor por la pérdida? Cuéntanos tu experiencia.

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12 respuestas a “La muerte de los personajes y sus emociones: El duelo – Colaboración de Antro Narrativo

  1. Piper Valca 29 noviembre, 2016 / 3:05 am

    Hola Guillermo. Ha sido un placer haber participado en tu blog y espero que sea del agrado de todos. Lo único en lo que me opongo es a ser llamado arrasador de concursos. Prefiero ser el Terminator de los concursos. Ya, en serio, ojalá pronto logres retomar tu ritmo y participar de Antro Narrativo con uno de tus originales artículos. Y en cuanto el vídeo final, excelente estrategia.

    Le gusta a 1 persona

    • GuilleJiCan 29 noviembre, 2016 / 12:25 pm

      Tarde o temprano me pasaré por Antro narrativo, ojalá sea más pronto que tarde. Gracias por tu genial artículo, Piper, es un placer tenerte por aquí.

      Me gusta

  2. Poli Impelli 29 noviembre, 2016 / 3:33 am

    Qué buena entrada. Sabía de las etapas y estoy en ello con uno de mis personajes, pero me ha servido muchísimo leerlo nuevamente.
    Gracias a ambos. 🙂

    Le gusta a 1 persona

  3. capirotada 30 noviembre, 2016 / 6:45 pm

    Excelente Artículo Piper, la muerte (y como se reacciona a esta) es un tema muy complejo.

    Tal como me comentaste el otro día, un personaje debe evolucionar con la historia. La muerte de un ser querido es un gran reto que ayuda a desarrollar un personaje (para bien o para mal).

    PD. Hace tiempo planifique una novela sobre el duelo y este artículo me sera de gran ayuda. Gracias.

    PDD. Esa escena de los simpson es épica XD

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    • PiperValca 1 diciembre, 2016 / 2:10 pm

      Gracias, mi amigo. Como dices es un tema complejo que no puede ser encasillado de ninguna forma, pero que tampoco puede omitirse. Si buscamos realismo en nuestras historias, que se incluya. Qué bueno que te gusto Capirotada

      Le gusta a 1 persona

  4. Alven Vinland 9 diciembre, 2016 / 7:15 am

    Y como siempre, Los Simpsons con una escena perfecta para ejemplificar XD
    Me viene como anillo al dedo el artículo. Despejó viejas dudas y trajo nuevas ideas.
    Very gracias 😀

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  5. Silvia Martinez-Markus 4 enero, 2017 / 9:00 pm

    Es la primera vez que visito este blog y me ha gustado muchísimo la entrada sobre el duelo. Creo que es una explicación genial para que los escritores le demos profundidad a nuestros textos. Muchas gracias.

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    • GuilleJiCan 5 enero, 2017 / 11:07 pm

      Asegúrate de pasarte por el blog de Piper (si no vienes ya de allí) y de revisar las entradas de psicología aplicada a la ficción, ¡seguro que te encantan! Gracias por leer ^^

      Me gusta

  6. queridodario 22 febrero, 2017 / 3:01 am

    Acabo de descubrir tu blog y me encantaría haberlo hecho antes, me será de gran ayuda.
    Leeré minuciosamente cada uno de tus artículos.

    Le gusta a 1 persona

    • GuilleJiCan 22 febrero, 2017 / 10:30 pm

      Pues mucho ánimo, ¡porque hay muchos artículos! Si quieres puedes mirar directamente la etiqueta «consejos» o la categoría «Las armas del escritor», ahí deberías tener todos los artículos que te serán de ayuda si lo que quieres son consejos de escritura. ¡Espero que te guste mucho mi blog, y también el de Pipervalca!

      Me gusta

  7. xavierjason 12 octubre, 2017 / 6:16 pm

    ¡Hola, Guillermo!

    Maravilloso aporte de Piper. Sin dudas él es capaz de enganchar a cualquiera con sus artículos. Esta, en especial, supo cómo manejarla, puesto que el tema requería de antecedentes y en muchas ocasiones un mal desarrollo nos lleva a decir adiós.

    En cuanto al tema, primordial a la hora de la muerte de un personaje. Un buen ejemplo que yo sugeriría sería el caso de Katniss Everdeen, la protagonista de Los Juegos del Hambre. Es evidentemente que la pérdida (spoiler) de aquellos chicos en la Arena y la de sus compañeros, más la de otro cierto personaje, logró alterala, y «casi» puede atravesar el duelo.

    ¡Saludos!

    Le gusta a 1 persona

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