¡La tercera entrega de Géneros de fantasía y por qué no me gustan, la serie de artículos de título engañoso que habla sobre géneros fantásticos que no conoce ni su madre!
Bueno, hoy sí que tenemos al menos dos géneros que conoce bastante gente. Y tenemos al género rey, nacido de las entrañas del abuelo Tolkien en persona (nota, Tolkien no parió la alta fantasía aunque sí la definió hasta nuestra época), un género que sale a colación la mitad de las veces que la gente que no tiene ni puta idea de fantasía habla sobre fantasía.
¡Fantasía alta, baja e histórica! ¡Mundo mágico y Mythopoeia! Eso es lo que toca hoy. ¡Vamos allá!
El otro día hablamos de cinco géneros que no llegaban a ser considerados fantasía y de por qué no me gustaban. Hoy toca repetir la jugada, pero esta vez en el terreno de la fantasía.
¡En orden arbitrario!
Hoy toca ver cinco subgéneros de la fantasía, incluido uno de los más sobrerrepresentados en ella. Tanto que durante mucho tiempo, se creía que toda la fantasía era ese género.
Pero recordemos por qué había empezado esta serie. Estoy reescribiendo una novela, y como mando un poco los géneros a pastar a la hora de escribir, luego me toca recogerlos con mi fiel perro ovejero que es TvTropes para saber cómo demonios etiquetar mis monstruos. Y como vimos el otro día en mi opinión sobre los géneros literarios, etiquetar bien una novela es algo imprescindible.
Géneros de fantasía y por qué no me gustan
Segunda parte: Risas oscuras, una lámpara de gas y un héroe noir.
¡En ningún orden particular (más allá del orden que da TvTropes)!
Fantasía cómica
Deberíamos renombrar este género como “fantasía pratchettiana” aunque suene un poco largo. Como tal, el mayor exponente que se me ocurre es y será siempre Terry Pratchett, con su maravilloso y enorme mundodisco.
En Harvard hicieron esta parodia tan irreverente de Tolkien.
La fantasía cómica es una fantasía que no se toma muy en serio a sí misma ni a sus tropos. Es bastante normal que algunos personajes tengan cierta conciencia de que están en una historia y de cómo suelen ir las historias de ese estilo. A veces es parodia de otros géneros (como la saga principal de Mundodisco), a veces se mezcla con otros géneros. Como ejemplos de mezcla pondría “El examen final” de Javier Pavía Fernández (cómica + paranormal, que mencioné en mis 10 libros favoritos de fantasía), y “El dios asesinado en el servicio de caballeros” de Sergio Sánchez Morán (cómica + paranormal * noir, hice una reseña hace poco de este libro)
Por qué no me gusta: Amo la fantasía cómica. Pero no creo que se me dé bien escribirla. Yo no doy risa. Al menos no a propósito.
Dark Fantasy o Grimdark
La fantasía oscura o Grimdark es la típica historia fantástica… solo que el mundo es una mierda, las personas son una mierda, la guerra es una mierda, y todos quieren matarse unos a otros. Las pocas flores inocentes que queden serán arrancadas y destripadas pétalo a pétalo.
En el Grimdark las cosas no son precisamente bonitas. Suele imperar un cinismo bastante marcado. La realidad no está llena de blancos y negros, normalmente está llena de negros, grises y algún blanco que pronto se va a convertir en rojo. Ojo, suele haber destripamientos y mutilaciones muy explícitas. Sus temas no suelen ser muy optimistas: La venganza, la traición, la masacre, guerras sin sentido… A veces todas a la vez. Como buen señor del grimdark (no es coña, es Lord Grimdark), recomiendo la trilogía de La primera ley y también La mejor venganza, de Joe Abercrombie. También os digo que le echéis un ojo a Delbaeth Rising, una historia grimdark española de la mano de Víctor Blanco y Gonzalo Zalaya.
El grimdark me gusta leerlo, y a ratos escribirlo. Con a ratos me refiero a que a veces toco algunos temas (como la venganza, me gusta la venganza, pero en el sentido crítico de “no sirve para ná, ahora a ver qué hacemos con esta pila de cadáveres”), y tengo algunas escenas críticas que son bastante crueles y explícitas. Pero yo opino que estas escenas son más impactantes cuando uno no se las espera. Por tanto, no me gustaría escribir grimdark. Demasiado gris.
Gaslamp/Gaslight Fantasy, o fantasía… ¿lámpara de gas? ¿Luz de gas? ¿Gas luminoso? ¿Eing?
Si se os ocurre alguna buena traducción de este subgénero, me encantaría oírla, de momento la voy a llamar gaslight fantasy porque MOLA. Se puede definir como una especie de Steampunk con magia. Eso significa época victoria o edwardiana (siglos 19 y 20) o una versión alternativa de la historia en la que hay magia y ha alterado el curso de la historia. El horror gótico se considera como un hijo particular de este género.
Este género nació de los creadores de Genius Girl (un webcomic que TENGO QUE LEER y vosotros también pero sin presión), ya que no querían usar la etiqueta Steampunk. Pero era una especie de steampunk con magia.
Genius Girl en todo su esplendor
Según TvTropes, la diferencia clave entre los géneros es que el steampunk se centra en el desarrollo alternativo de la tecnología (y no suele tener magia), y el gaslight se centra en los elementos sobrenaturales (y no requiere ningún desarrollo alternativo de la tecnología). Pero a veces estos dos subgéneros pueden fusionarse para crear…
MAGITEK (o magitech)
Perdón por entrar en modo Inception, pero es que el Magitek mola demasiado para pasarlo por alto. El magitek es cuando hay tecnología que funciona a través de magia o lo sobrenatural, pero de manera que cualquier persona corriente pueda utilizarla, como la tecnología convencional.
Algunos ejemplos de Magitek son la saga de Húmedo Von Mustachen, del mundodisco de Pratchett ya mencionado; El ciclo de la puerta de la muerte de Margaret Weis y Tracy Hickman, y el genialísimo Codex Alera (lo que sucede cuando mezclas el imperio romano con Pokémon. Sí, Jim Butcher está fatal de la cabeza, pero, ¿a que ha despertado tu curiosidad?).
Y para qué engañaros, me encanta el Magitek. Algún día escribiré algo de este género.
Volvamos a la gaslight fantasy para deciros un par de ejemplos del mismo. Aparte de Girl Genius (que mola mucho pero eso ya lo sabéis), tenemos la trilogía de La materia oscura de Phillip Pullman, Cazadores de sombras los orígenes de Cassandra Clare (los editores españoles lo tradujeron a cazadores de sombras de los títulos originales: “The mortal instruments” y “The infernal devices”, que molan mil veces más). Los cuales no he leído pero quizás vosotros sí.
Vuelvo a lo mismo que el Magitek. Es algo que mola tanto que tarde o temprano acabaré haciéndolo. Porque la edad media se ha vuelto aburrida y algo estilo dieciochesco o diecinuevesco o veintesco (¿?) mola mucho mezclado con magia. Porque todo mola más mezclado con magia.
Fantastic Noir, que es fantástica negra, no negra fantástica, eso es una mujer negra con poderes mágicos pero podría serlo si la conviertes en una detective.
Ya os he hablado de El dios asesinado en el servicio de caballeros, ¿verdad? Estoy seguro de que sí. Pues bien, más o menos eso es el fantastic noir, la novela negra de toda la vida pero con elementos fantásticos. Porque sí. Porque podemos. Porque como bien dijo el sabio Patrick Rothfuss “En la fantasía puedes escribir todos los géneros que quieras y además meter un dragón”.
Tiene los elementos de la novela negra y policiaca (porque los mezclan. A Ana Bolox no le gusta esto). Asesinatos, misterios, detectives… Algunos de los primeros libros de Harry Dresden (de Jim Butcher) son Fantastic Noir. Como en novelas me quedo corto y siento que El libro de los portales (de Laura Gallego) es más un thriller juvenil que novela negra, voy a poner The Wolf Among Us, un juego narrativo de Telltale Games del que mejor que os informéis vosotros. Quizás os lo compréis. Mola. Oh, también vale la película “Quién engañó a Roger Rabbit”.
No me gusta mucho la fantastic noir porque… eh…
Porque…
Mierda.
Fantasía Heroica
¡Al fin, algo que odiar con toda mi alma!
La fantasía heroica es un mundo lleno de espadas y magia, lleno de malvados hechiceros, templos llenos de trampas que custodian poderosos artefactos, grupos de héroes (entre los que se incluye un bárbaro guerrero, un mago, un ladrón y un clérigo), un poco de fanservice, misiones que cumplir, tesoros que robar a monstruos, etc, etc.
La fantasía heroica está a medias entre la Alta fantasía (que es fantasía a gran escala, con lucha absoluta entre el bien y el mal y los personajes en medio de la pelea por pringaos) y la Baja fantasía (pequeña escala, el conflicto está en las metas personales de los personajes, que no tienen por qué ser demasiado éticas). En la heroica los héroes son tan heroicos como yo soy redundante, las ciudades y reinos existen para que los héroes tengan un impacto en ella, y las metas de los personajes no son demasiado cuestionables.
El mundo de la heroica no es un mundo frágil a proteger, es más bien un mundo misterioso (y selvático, casi siempre) que está preparado para vivir mil aventuras. Con dragones. Y MAZMORRAS.
Ejemplos claros, aparte de dragones y mazmorras (un mundo infernal!) tenemos al famosísimo Conan el Bárbaro (de Robert Howard), Xena, la princesa guerrera (que no es novela pero que molaba)… ¿CODEX ALERA? Pero… pero… ¡CODEX ALERA MOLA! NOOOOOOOoooooo…
Ejem. Vamos a tranquilizarnos.
Oh, no. Espera. ¿Han metido Crónica del asesino de Reyes en Fantasía Heroica? ¿Y El ángel de la noche?
Se acabó. Me niego. Eso no es fantasía heroica. Bueno, quizás el ángel de la noche tienda un poco más a la heroica, pero me niego a aceptarlo. Todo lo que ha hecho Salvatore cuenta como heroica, según TvTropes, pero tampoco os fiéis mucho (¡¿Crónica del asesino de reyes?! ¿En serio?).
En fin. Aparte de ser una de las pocas páginas de TvTropes que tiene ejemplos incorrectos, hay más razones por las que odio este género. En primer lugar, porque se ha utilizado tanto que está muy manido. Lleno de tropos que quizás en los ochenta molasen un poco, pero que no tenían mucho sentido ni por esa época. Aquí daba igual que las cosas tuviesen sentido mientras todo fuese aventuresco y guachi-pistachi.
La razón por la que no me gusta es que es más un género para jugar que para leer. Monster Hunter sería una saga de videojuegos de fantasía heroica, y bueno, para vivir aventuras sin sentido los videojuegos están bien. Los juegos de The Witcher también valen un poco. Prince of Persia. Ahí sí que mola pelear y aventurear. Pero para una historia no.
¡Monstruos y cazadores! ¡Un mundo inferna- Vale, es una canción demasiado pegadiza.
¿Se podría escribir una historia buena de heroica? Sí, seguro. Pero, habiendo otros géneros que molan, ¿pa’ qué molestarse?
Espera. Héroes. Selva. Ruinas antiguas y artefactos mágicos.
Ay dios, todo eso aparece en mi novela.
Eso significa que…
…
Voy a necesitar tiempo para procesar todo esto.
Hasta entonces, ¿por qué no compartes o comentas? Compartir y comentar mola. Sobre todo comentar.
(Gonzalo Zalaya y Victor Blanco. El de la entrevista es el de la derecha, el barbudo risueño)
Delbaeth Rising es una novela de la que se pueden decir muchas cosas. Es una novela de fantasía grimdark, escrita a cuatro manos (Víctor Blanco y Gonzalo Zalaya) y que ha visto la luz en el mundo editorial gracias a una brutal campaña de crowdfunding y a una nueva editorial como es Ronin Literario (a la que estrena dentro del mundo editorial).
Tras arrancarle a Victor la promesa de ser su joven padawan en el camino del crowdfunding, le propuse una entrevista para presentar su nueva novela, que justo salió el jueves pasado…
«Una vieja fe resurge y no admite competencia. Verdaderas fortunas y un poder como nunca antes ha conocido el Reino se están amasando bajo la bandera de Aron, dios de los khalusitas. Su líder, Gumbald el Rubio, ha conseguido ascender de simple mercenario a hombre de confianza del rey.
Pero otro ascenso se está llevando a cabo desde los pozos de lucha. Elfo, loco, gladiador, héroe: Delbaeth el Cortador, última esperanza del consejero real para salvar el trono. Acompañado del mediano Ratón, Delbaeth desatará una tormenta de acero y sangre sobre las hordas de sacerdotes racistas que están persiguiendo a las criaturas no humanas.
Conoce a un héroe diferente y sumérgete en una Fantasía cruda y adulta. Aquí encontrarás hechizos, paisajes increíbles, conspiraciones, pero sobre todo combates. Muchos, muchos combates. Contempla, lector ávido de aventuras, el ascenso del Cortador.