Este ha sido el tercer año de Lecturonauta, y creo que con esto se marca el fin del principio para el blog.
Han sido tres años que a lo tonto se han pasado volando. Más de 160 entradas (La leche, ¿cómo es posible que haya publicado tanto?) y entre 6.000 y 11.000 visitas mensuales desde hace ya un año. Sinceramente, no me puedo creer que ya lleve tanto tiempo.
Han pasado muchas cosas en el blog en estos tres años. Al principio hacía reseñas que pronto abandoné para enfocarme en los aspectos más técnicos de la escritura. Los artículos sobre psicología se han convertido en la bandera de esta página, aunque tengan que pasar varios meses entre uno y el siguiente. Al principio escribía sobre errores de escritura típicos al principio de nuestro periplo en las letras, y ahora me centro más en técnicas avanzadas y poco documentadas, aunque nunca he dejado de lado al público más verde en el arte de contar historias.
Creé el blog como plataforma mucho antes de terminar nada. Es más, desde que empecé el blog hasta que saqué Testosterona han pasado dos años. Y creo que ha sido una de las mejores decisiones de mi vida, porque gracias al blog he conocido a gente fantástica, he conseguido acceder a recursos que ni siquiera conocía, he encontrado una forma de ayudar a gente que no sabe muy bien cómo empezar en la escritura (y que estaba tan perdida como yo hace tiempo) y he conseguido que gente genial decida que mis historias merecen la pena el vistazo y mejor aún, no se arrepientan de ello.

Incluso he conseguido ganar algo de dinero, entre encargos para análisis de relatos, lecturas beta (¡análisis y betas rapidísimos!) y los (tampoco enormes) beneficios de Testosterona. Que todo este viaje se haya amortizado solo y siga construyendo a día de hoy es una bendición y es más de lo que podía pedir.
Así que en primer lugar quiero agradecerte a ti, por estar leyendo esto. Colectivamente, a todas las personas que leéis Lecturonauta, aunque sea esporádicamente, a todas las personas que cogieron Testosterona con ilusión o recelo y al final decidieron que oye, tampoco está tan mal y a ver para cuando más.
A todas las personas que he conocido gracias al blog, gente que con el tiempo se han convertido en grandes amistades, de las que he aprendido mucho y seguiré aprendiendo, y a las que espero poder aportar mi compañía, comprensión y experiencia durante muchos años más; muchas gracias por estar ahí, por ser geniales. No os rindáis. Sois maravilloses. Podéis hacer la cosa.
Vale, vale, algo de contenido. Toca hacer balance del año y como tal, vamos a ver…