Hace unas semanas fui a la presentación de la novela Sueños de Piedra, de Iria G. Parente y Selene M. Pascual. Tras tres agónicos días en los que mi novia leyó la novela, lloró, rió y me dio una curiosidad tremenda, pude por fin leerlo.
Y tengo que decirlo. Estoy celoso. Como escritor, puedo decir que es uno de los mejores libros que he leído, y con diferencia. Oh, sí, podéis poner el grito en el cielo todo lo que queráis. ¿Pero sabéis por qué me parece uno de los mejores libros? En dos palabras: Eficiencia brutal.
Sueños de piedra es un libro que hace lo que quiere, de la mejor manera posible y utilizando el mínimo de recursos necesario. No voy a intentar convenceros de que lo compréis o lo leáis. Voy a intentar justificar mi respuesta, voy a intentar haceros comprender por qué me parece uno de los mejores libros que he leído en mucho tiempo. Ahora, si de verdad queréis leerlo mejor que no leáis más, porque aunque no es que vaya a revelar puntos fundamentales de la trama, sí que recomiendo ir más o menos sin demasiadas expectativas de contenido. Lo único que me gustaría que tuvieses en cuenta es que es una historia sobre los dos protagonistas. Si lo vas a leer, enfócate en los protagonistas, por separado.
Ilustración de los personajes principales por la ilustradora Marta Montell
¿Por qué me parece que Sueños de Piedra es una novela tan buena? Lo explicaré apartado a apartado.
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