Análisis narrativo: Kung Fu Panda

AND EVERYBODY WAS KUNG FU FIGHTING! TIRORIRORIRORIRORI

Ahem.

Hoy en Lecturonauta voy a analizar una de las mejores trilogías de fantasía de los últimos años (Sí, el género Wuxia es fantasía), que da la casualidad que es una saga de películas. Hace poco vi la tercera y me di cuenta de lo buenas que eran. La calidad narrativa de Kung Fu Panda pasaba desapercibida. HASTA HOY.

Así que me he puesto la película y vamos a analizar parte a parte su desarrollo narrativo lleno de alucinancia.

¡Mis ojos! ¡Es demasiado alucinante!

 

Kung Fu Panda

La película empieza fuerte, con una presentación llena de acción que hace muchísimas cosas a la vez. Nos presenta a un protagonista maestro de artes marciales alucinante y comilón, nos presenta el mundo, el tono épico y humorístico de la historia y de qué va, nos presenta a los cinco furiosos, y sobre todo, ya empieza a caracterizar al protagonista.

La narración de Po sobre su versión de ensueño nos habla muchísimo del personaje, tanto de lo que sueña como de su voz propia. Po parece un escritor de fanfictions, tanto por su épica exagerada, como los nombres rimbombantes.

De paso aprovecha para hacer buen foreshadowing de la segunda película, como podéis ver

Después, Po despierta y nos enfrentamos a la realidad. Po es un fan de las artes marciales pero está muy lejos de ser competente, como bien nos muestra ese momento en el que lanza un shuriken tres veces y no consigue clavarlo ninguna de ellas. También nos lo muestran como un poco rarito. Y patoso.

Po baja y nos encontramos a su padre, con una interacción bastante natural. Esta escena nos presenta el conflicto de lo que Po quiere ser versus lo que su padre quiere que sea.

En la siguiente escena se nos presenta otra faceta de los cinco furiosos (son alumnos imperfectos de un maestro) a la vez que se nos presenta a la figura del mentor de Po, Shifu, como un poco cascarrabias.

Más presentación de personajes: Oogway, el mentor superior y místico, que parece tener la paciencia y calma que a Shifu le falta, como nos muestra el momento de las velas. Oogway parece saber mucho más de lo que muestra, ya que sabe que advertir a Shifu provocará la huida del villano de esta historia, Tai Lung (“Uno a menudo encuentra su destino en el camino que coge para evitarlo”), pero sin Tai Lung, no es necesaria la aparición del guerrero del dragón.

Aquí quiero hacer un pequeño paréntesis. Admiro mucho a los guionistas de las tres películas, porque cuando sus personajes intentan sonar filosóficos LO CONSIGUEN. Eso es una de las cosas más difíciles, y más viendo que esos dichos no solo suenan profundos, sino que además encierran un significado útil sobre la vida, una Verdad.

Nos cuentan La profecía y el cambio de escena nos muestra al que, como público, sabremos que es el guerrero del dragón. A nadie le sorprende que sea el protagonista, pero quitarse eso de encima nos permite centrarnos en cosas más importantes que ¿quién será el guerrero del dragón?, como ¿Cómo puede ser Po un maestro de artes marciales?

Avancemos hasta el momento en que Oogway y Shifu hablan. Aquí se nos presenta el arco de personaje de Shifu a lo largo de las tres películas: Cómo podrá la influencia del guerrero del dragón traerle paz interior, ya que su agitación e impaciencia es su fallo más grande como persona.

Todo personaje debe querer algo, aunque solo sea un vaso de agua

Po quiere entrar a ver el torneo. Esta es su motivación para la primera escena en la que le vemos resolviendo problemas y empleando su agencia como personaje. Vemos cómo falla al principio con cómico resultado. Po no se va a rendir, y nos muestra su determinación de hacer locuras para conseguir sus objetivos.

Enfrentamiento con su padre. Nos muestran la honestidad de Po (uno de sus rasgos más heroicos) cuando confiesa que no ha tenido el sueño de los fideos, y sobre todo, su pasión por el kung fu.

Po es elegido como el guerrero del dragón. Ni él mismo se lo cree. Lo cual nos demuestra que aunque tenga deseos y fantasías con ser un héroe épico y un guerrero legendario, sabe cuál es la realidad.

Nos presentan la fuerza del enemigo a través de las medidas necesarias para encerrarle. Y lo supera al mostrarnos que lo único que le faltaba a Tai Lung para escapar era una mísera pluma.

Más foreshadowing del bueno

La llave Wuxi de dedo, vital en las películas (“lo peor es tener que limpiar después” no lo entendí hasta que la vimos en primera persona en la tercera película, menuda anticipación), y nos muestra que Po conoce la llave, como buen fan del kung fu que es (igual que luego conoce la historia de Tai Lung).

Primera escena de kung fu de Po. Nos muestran sus habilidades, es decir, ninguna, como base para que luego podamos notar su desarrollo. También nos muestran el conflicto de los cinco furiosos, incrédulos porque el guerrero del dragón sea alguien que no sabe nada de kung fu.

Interacciones entre Po y los cinco furiosos, que nos muestran sus personalidades y que Po los admira. Especial atención merece Tigresa, ya que su desprecio por Po, aunque educado, es uno de sus fallos que se resolverá en su arco de personaje, en el que nos muestran que la guerrera más dura tiene corazón como todos nosotros.

“Este no es tu sitio”.

Aunque los rinocerontes no pueden escapar a la ley de conservación del ninjutsu (El poder de ninjutsu de cada bando es limitado. Así pues, un ninja es una amenaza mortal, mientras que cien son solo carne de cañón) su intento de acabar con Tai Lung ante la amenaza de escape es inteligente. Le cortan todas las posibles maneras de subir (y él se crea las propias), e incluso llegan a intentar volar la prisión para mantenerle encerrado. Los personajes no son idiotas y por eso la tensión es muy buena. Vemos que Tai Lung cree que no lo va a conseguir cuando cae por el puente derrumbándose.

Nos muestran la personalidad de Tai Lung con un par de frases. Sobre todo su arrogancia.

Escena de entrenamiento, para poner a prueba la determinación de Po y de Shifu, el primer choque de agencias.

Después tenemos una escena en la que nos presentan el lado amable de Víbora y Mantis. Aprovechan para mostrarnos el pasado de Shifu, Tai Lung y Tigresa, lo que nos enseña de paso el conflicto interno de Tigresa, la razón por la que tiene un duro caparazón. Inmediatamente después de este momento de tensión argumental, lo suavizan con éxito con la escena en que Mantis le agujerea la espalda con acupuntura y le paraliza la cara.

Llegamos a la mitad de la película, momento decisivo de Shifu en su discusión con Oogway, en el que le obliga a enfrentarse a su antagonista: Po. Shifu tiene que aprender a creer en él para poder crecer. Oogway se aparta del camino para no resolver los problemas del resto, tiene que hacerles pelear por sí mismos.

Shifu y Po se enfrentan en una discusión que revela la angustia de Po por su vida actual, su deseo de cambiar, y la fe que Shifu ha depositado en su maestro y por tanto en Po. Pero ninguno de los dos tiene las respuestas.

Momento importante de Tigresa y los cinco furiosos. Deciden intentar detener a Tai Lung y muestran lo unidos que están.

Shifu encuentra la clave

No tiene que convertir a Po en alguien distinto, sino en la mejor versión de sí mismo, una enseñanza que se muestra en las tres películas. Hay que enseñar a la gente de manera personalizada, reforzando las fortalezas y aprovechándose de lo que saben hacer bien. En el caso de Po, es la comida.

Tras una secuencia de entrenamiento clásica, vemos la evolución de Po en el kung fu. Este es un momento importante en el desarrollo de Po, en el que ve que quizás sí que pueda hacerlo. Tras la pelea de los cinco contra Tai Lung, muy épica, por cierto, vuelven al palacio de Jade para sembrar la duda otra vez. Sí, quizás Po no sea un negado en el kung fu, pero si cinco maestros no han podido derrotarlo… ¿Podrá Po?

La escena del pergamino del dragón es una especie de bautismo de fuego para Po. Es la muestra de que Shifu cree que está lo bastante preparado, que cree que es el guerrero del dragón.

Sin embargo, el pergamino está vacío. Es un giro inesperado que refuerza aún más la tensión. Sin el pergamino, ¿qué posibilidades tiene Po?

Aquí es cuando llega el doble giro: La sopa de ingrediente secreto no lleva ingrediente secreto. Esta es la clave para que Po comprenda el significado del pergamino del dragón.

Po se queda mazo rayado con la revelación.

Pasamos a la pelea entre Shifu y Tai Lung. Comprobamos que los motivos de Tai Lung superan la ambición corriente que vemos en muchos villanos. Tai Lung quiere ser el guerrero del dragón, sí, pero, ¿es culpa suya? Tai Lung está furioso porque durante toda su vida se le ha engañado y convencido de que era algo que no es. Lo que hay entre Tai Lung y Shifu es personal, y eso aumenta la apuesta de la pelea a un nivel emocional. Es el alumno contra el maestro.

Shifu admite su falta, lo que nos revela que aunque Tai Lung quiera creer que es culpa de Shifu, el que ha recorrido el mal camino es él mismo.

¡Entra Po de manera… épica?

“¿Y qué harás, gordinflón? ¿Aplastarme?” Oh, la ironía.

Hay que estar muy atentos a la pelea entre Po y Tai Lung, porque apenas puede llamarse pelea. Mientras que Tai Lung barre fácilmente el suelo con Po, lo que el panda devuelve no es solo en base a su kung fu, sino que es casi un accidente. Si Po intentase pelear directamente con Tai Lung, perdería, pero aquí lo que cuenta es perseguir el pergamino.

En este momento, se ve que Po ha aprendido algo en su entrenamiento con Shifu de esconder buñuelos y pelear con palillos. Como hilan los guionistas. A pesar de todo, Tai Lung le da una paliza importante a Po.

Pero tronco, ¿qué me estás contando?

Pausa para mostrar lo alucinantes que son los guionistas. ¿Recordáis la escena en que mantis no es capaz de encontrar los nervios de Po? Pensabais que era algo solo cómico… pues era una de las armas de Chejov mejor escondidas que he visto nunca. Tai Lung se ha quedado sin su arma secreta, al ser incapaz de neutralizar a Po con su ataque a los nervios.

Primer momento verdaderamente épico de Po. Su pelea contra Tai Lung. Vemos que Po algo ha aprendido de kung fu, aunque sea algo tan estrambótico que deja a Tai Lung confuso y sin posibilidad de reaccionar.

¡Y llega el momento decisivo!

¡Sacaflús!

Aquí puntazo de los directores de fotografía por encadenar la imagen del principio con esta, demostrando que Po no es exactamente como el guerrero que se imaginaba. Es importante que haya un poco de circularidad en las historias, lo que se suele llamar Book End. 

Po cumple con el destino que Oogway había predicho para él y Shifu reposa en paz. De paso le dan una patada al cliché del mentor muerto.

Final feliz. Todos a comer algo. Entran los títulos del final, que nos muestran la vuelta a la calma.

La escena final nos augura un nuevo comienzo. Po todavía tiene que florecer.

FIN.

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Análisis posterior:

Hay una cosa que en las novelas descuidamos muy a menudo: La “rejugabilidad”. Una buena historia te tiene que dar razones para leerla una vez, y otra, y otra más. Tiene que tener cosas que no se vean a la primera, guiños que solo tengan sentido en retrospectiva. Y Kung Fu Panda tiene más rejugabilidad de la que esperaba, teniendo en cuenta lo simple y directa que es la película.

Si lo pensamos, la película no es tan larga ni compleja. Los conflictos son sencillos, se resuelven de manera sencilla y permiten una continuación de manera natural. Es una película simple, y hacer algo simple no es nada sencillo.

El entrenamiento de Po no está completo, por supuesto, y eso es algo que se verá en las siguientes películas, al igual que el desarrollo de los arcos del resto de personajes.

Algo que veremos en las siguientes entregas, porque nuestro viaje todavía no ha acabado.

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¡Nos vemos pronto con la segunda parte de esta trilogía!

La alucinancia no tiene precio… ni la atractividad