Ahora mismo en los ámbitos laborales se está viendo un cambio de paradigma que me parece muy acertado. Las empresas buscan ser más “data-driven”, o lo que es lo mismo, estar basadas en la evidencia empírica.
Esto es una forma de usar el método científico en ámbitos no académicos, y la publicación editorial no tiene por qué ser menos. Si sabemos los resultados que tienen diversas técnicas o decisiones, podemos elegir la que más se ajuste a nuestros intereses.
De momento no podemos decir que la publicación sea algo que se guíe por los datos, ya que a menos que seas una gran empresa con muchos años a la espalda tampoco tienes datos ni posibilidad de experimentar mucho.
Por tanto, hago un llamamiento al mundo editorial a que comparta públicamente sus datos. Yo ya lo hice en esta entrega sobre la única publicación de la que puedo dar datos, revelando cómo ha sido mi periplo con mi primera autopublicación.
Así pues, aparte del llamamiento, quiero exponer ciertas dudas que tengo ahora mismo sobre el panorama editorial y cuáles son las mejores respuestas a estas incógnitas. Tú que estás leyendo esto, seas quien seas, si conoces datos que puedan ayudar a resolver estas preguntas, agradecería mucho tus comentarios, ya que podrían ayudar a que el panorama editorial cambie a mejor.