2 Claves para escribir mal a propósito

¿Por qué querría alguien escribir mal a propósito?

Dímelo tú, que has entrado a leer este artículo.

Si quieres escribir mal, hay que hacerlo bien. Y por eso, hoy os voy a revelar las 2 claves para escribir mal a propósito.

Allá van.

1. Hay que saber escribir bien

Si no sabes escribir mejor, no es que estés escribiendo mal a propósito, solo estás escribiendo y lo haces mal porque no sabes hacerlo mejor.

Escribir es tomar decisiones. Escribir mal a propósito implica que PUEDES hacerlo bien pero aun así ELIGES hacerlo mal.

2. Hay que hacerlo por una razón concreta

Si no lo haces por ninguna razón en particular, solo estás escribiendo mal. Todo lo que hacemos en una obra debe tener una razón, un propósito. Escribir mal porque puedes, o porque te da pereza no sirve, solo estropea tu obra.

Ahora, escribir mal para un propósito concreto, eso ya es otra cosa.

Las 2 claves para escribir mal a propósito son: Saber hacerlo bien, y hacerlo mal a propósito.

Pero, ¿por qué querría alguien hacer eso?

No sé qué propósitos te han traído a leer esto (¿aburrimiento? ¿curiosidad?), pero si quieres escribir mal a propósito imagino que será por algo.

Yo lo hago a menudo, la verdad. Y tengo mis razones.

La mayoría de las veces son errores sintácticos. Cambio el orden natural de la frase y pongo puntuaciones extrañas. Corto las frases donde no se debe, o meto más comas de las que son necesarias.

Pero lo hago por una razón muy importante para mí: Naturalizar el lenguaje de mis personajes. 

El lenguaje natural, lo que hablamos de verdad, es un maldito caos. Si escribes un diálogo tal como se hablaría, queda horrible, lleno de pausas, coletillas, y demás cosas que se ven fatal por escrito. ¿Alguna vez has leído una transcripción de lenguaje de la calle? Ni siquiera jerga, solo dos personas hablando normalmente.

Es lo peor.

Pero si escribes los diálogos correctamente, sucede lo contrario. Se lee bien, pero en muchos casos se siente artificial, sobre todo con personajes que no tengan una historia personal que explique por qué se expresan de manera tan correcta y elaborada.

Eso suele sacar a la gente de la historia.

Sin embargo no hay que irse a casos tan extremos. Me gusta cuidar los diálogos y para encontrar el punto justo entre lo que suena natural y lo que es correcto en algunos casos hay que escribir mal.

Mi filosofía al escribir diálogos es que tal como están escritos, es como suenan. Hay pausas extrañas en las frases, desorden, cacofonía, repetición. Intento que cada personaje se exprese de forma diferente al resto, pero de maneras sutiles. Algunas de las más sutiles es cómo se desvían de la norma lingüística al hablar.

También escribo mal a propósito en los raros casos en los que estoy escribiendo lo que un personaje está escribiendo, ya sea una redacción, una nota, un chat o una historia.

En Torres de Vinilo y Neón hay muchos diálogos así, por ejemplo. 

Seguro que hay más razones para escribir mal a propósito, pero de momento yo no las he utilizado.

¿Y tú? ¿Por qué escribirías mal a propósito?